La Piscina Escolar es el primer edificio comunal que da bienvenida al transeúnte. Esta hermosa estructura hecha a fierro y concreto fue inspirada en el Art Decó siendo obra del afamado arquitecto Luciano Kulczewsky. Ella fue inaugurada bajo el mandato de Carlos Ibáñez Del Campo, un 14 de diciembre de 1929.
La prensa de la época, liderada por El Mercurio y la Revista Los Sports, publicitaba profusamente el acontecimiento, caracterizándola como: “gran piscina escolar” y la “mejor piscina de Chile” y hasta de Sudamérica.
La naciente Piscina fue la primera de agua tibia en el país, debido a que contaba con modernas calderas y con la mejor tecnología del momento, lo que se sumaba a sus excelentes condiciones sanitarias y de limpieza, pues poseía enormes y costosos filtros que permitían clorificar el caudal que contenía a fin de que sus usuarios no pudiesen contraer ninguna enfermedad infecto contagiosa.
La piscina semi olímpica, tenía capacidad para 500 bañistas, poseía amplios camarines para cerca de 200 personas, un trampolín de 5 metros y sus galerías permitían recibir sentados a mas de 2.000 personas.
El costoso edificio poseía un hall, secretaria, casino, una peluquería y solarium, todo bellamente decorado. Cualidades que sin duda, la posicionaban, a la época, en la piscina con mayor tecnología del país y como una de las mejores de América Latina. Situada en lo que hoy es una transitada intersección de la comuna, el recinto, vecino de la pérgola de San Francisco, tuvo su original vista lateral emplazada en una bella plaza con frondosos árboles.
Hoy un expediente de declaratoria de monumento fue diseñado para que esta pionera alberca, que este año ha restaurada su fachada vuelva a recuperar el histórico sitial que la vio nacer.