PARROQUIA DEL MILAGROSO NIÑO JESÚS DE PRAGA

General Borgoño 1047 – Fotografía Cristina Guzmán V. 2016

En terrenos que durante siglo XVIII pertenecieron originalmente al Corregidor Luis Manuel de Zañartu, se sitúa hoy la iglesia del Milagroso Niño Jesús de Praga. En su herencia, Zañartu legó toda su fortuna y tierras a las Monjas Carmelitas. Dichos predios fueron posteriormente rentados a los hermanos Matías y Pastor Ovalle, lo que con el tiempo dio vida a la  Población Ovalle.

Los Padres Carmelitos Descalzos llegaron a fines del siglo XIX a Chile. Así, en 1899 con la ayuda de las hermanas Carmelitas, los primeros hermanos se alojaron en una casa contigua al Monasterio del Carmen Bajo de San Rafael, construyendo ese mismo año un Conventito y Capilla en calle Lastra de la misma comuna. El crecimiento de la Orden en la primera década del siglo XX, motivó al Padre Ernesto de Jesús a buscar el apoyo de las Hermanas Carmelitas, a quien solicitó parte de sus terrenos, fijándose en particular en un predio situado en la esquina de calle Borgoño con Independencia.

En 1901 fueron solicitados los planos de la iglesia al afamado arquitecto español José Forteza y los de la casa al Hermano Rufo de San José. En un comienzo, el tamaño de la iglesia era monumental, pero el terremoto de Valparaíso de 1905, junto a la idea de proyectar una imagen de mayor austeridad por parte de la orden, implicó una readecuación en sus originales formas y altura. En 1917 se colocó la primera piedra de la iglesia en Avda. Independencia esquina calle Borgoño, ceremonia a la que asistió el presidente de la república Juan Luis Sanfuentes. Los trabajos tardaron tres años hasta que en 1920 se produjo la ansiada inauguración del templo. La ceremonia duró una semana de festejos que se vieron coronados con una gran celebración donde asistieron cerca de mil personas. Desde esos orígenes, Los Carmelitas forjaron su alianza con la comunidad de Independencia, relación que aún continúa, se fortalece y es parte de la identidad del denominado “Barrio Los Carmelitas”.

Su arquitectura es de inspiración gótica y su morfología se caracteriza por la presencia de una sola torre que culmina en una aguja y que, dado el emplazamiento de la iglesia al inicio de la avenida Independencia, es un elemento referencial en la imagen de la comuna. En la fachada principal, también es posible reconocer componentes de la imaginería gótica, como por ejemplo, cinco portales con arco ojival, archivoltas, derrame, gablete y doseletes con pináculos. La torre cuenta con ventanas de arcos ojivales y en su cara central se ubica una hornacina con la imagen del Niño Jesús.

La iglesia, tiene una planta rectangular que comprende tres naves con transepto, crucero y altar en ábside. La sacristía se ubica en la parte posterior, completando la forma ortogonal de la planta.

En su base, la torre da lugar al vestíbulo del acceso principal, que interiormente en su segundo piso alberga el coro y el órgano de tubo de origen alemán, número 2001 de la casa Walcker & Cía. proveniente de Ludwigsburg. El instrumento destaca por su potencia sonora, sobriedad de diseño (muy adecuada a la esbeltez del santuario) y la facilidad de su ejecución. Se fabricó en 1923 y fue remodelado en 1951, cuando se cambió de sistema neumático a eléctrico.

 

*Este texto ha sido editado de su original, publicado en el libro “Arquitectura patrimonial de Independencia, una mirada histórica y urbana desde el siglo XXI”, de la editorial Ocho Libros, disponible en todas las bibliotecas públicas de la Región Metropolitana.  Estudio realizado por Corporación de Cultura y Patrimonio de Independencia, a cargo de: Dante Figueroa, como historiador y encargado de patrimonio de la institución, y de los arquitectos de la Universidad de Chile, Alicia Campos, Patricio Duarte, Antonio Sahady y Macarena Cares. 

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