Hay lugares que están llenos de historias, de relatos ocultos y anécdotas; muchos de éstos son parte de una génesis desconocida y no pocas veces, olvidada por el paso del tiempo. Este es el caso de la principal arteria de esta comuna, la calle Independencia. Ella, remonta su pasado al siglo XV cuando era parte del tramo sur del «Qhapak Ñan» o “Camino del Inca”; un sendero, serpenteante y pedregoso. Avanzados los años coloniales, la acción del río, y sus constantes crecidas le valieron el apodo de “La Cañada pequeña”, pero fueron los mismos lugareños quienes, posteriormente, la denominarían “La Cañadilla”, o “Camino Real de la Cañadilla” como le denominó la autoridad.
La Cañadilla, como se le conoció popularmente a este sector de La Chimba, se caracterizó por ser el paso y ruta de todas las caravanas que entraban y salían de Santiago rumbo al norte de la Capitanía y hacia los virreinatos del Perú y de la Plata, por lo tanto, fue vía exclusiva de comerciantes y carruajes.
La Cañadilla fue durante el siglo XIX todavía ruta obligada hacia allende los Andes, siendo el camino que recorrieron los patriotas luego de la derrota en Rancagua rumbo a Mendoza. Por allí mismo, regresaron victoriosas las huestes de San Martín y O’Higgins luego del triunfo de Chacabuco quienes en trayecto a la capital fueron recibidos multitudinariamente por los hurras y vítores del pueblo, que apostados en el camino, escucharon las sonoras campanadas de la Iglesia La Estampa y El Carmen Bajo.
La emancipación de Chile, generó las mayores muestras de agradecimiento al pueblo al otro lado de la cordillera, no solo al General San Martín se le ofreció el cargo de Director Supremo, asumido tras la negativa del libertador argentino, por Bernardo O’Higgins, sino que, el mismo “padre de la patria” designará al sendero por donde pasaron victoriosas las huestes patriotas como calle Buenos Aires. Situación que podía verse en el letrero negro con letras blancas que se colocó en la vereda poniente frente a la Iglesia del Carmen Bajo y que permaneció allí cerca de dos décadas hasta que el presidente Manuel Bulnes lo denominó, en 1842 como calle Independencia.