SABÍAS QUE LOS EDIFICIOS RENTA…

Independencia es una de las arterias más importantes de Santiago. Se sabe que fue un tramo del camino del Inca, posteriormente llamado “camino de Chile” durante el periodo de la Colonia, y paso obligado que debían transitar todos los visitantes que provenían del norte. Así, se constituyó en el sendero exclusivo hacia el norte de la Capitanía General de Chile y del Virreinato del Perú.

Iglesia del Carmen Bajo. Revista En Viaje, 1963.

Los terrenos del “otro lado del río” durante el siglo XVIII cobraron impulso debido al interés del Corregidor Luis Zañartu por adquirir una gran quinta que incluía un paño extenso de terrenos de oriente a poniente del camino de La Cañadilla, y que se conocerá con el tiempo como “Quinta Zañartu”, para posteriormente denominarse “Chacra del Carmen”. En parte de dichos terrenos, por iniciativa del Corregidor, se edificará la Iglesia del Carmen Bajo de San Rafael, de La Cañadilla.

El sendero en cuestión será testigo del paso glorioso del Ejército Libertador de Los Andes, tras el triunfo de los patriotas en la batalla de Chacabuco de 1817, quienes fueron recibidos por el pueblo con algarabía y al son de las campanas de los templos de la Estampa Volada y el Carmen Bajo de San Rafael. Este suceso, significó que en 1842 el Presidente Manuel Bulnes, denominará a la arteria oficialmente con el nombre de Independencia.

Posteriormente, con la llegada de Vicuña Mackenna como Intendente de Santiago en 1872, las primeras cuadras de Independencia serán reconocidas con el nombre de distintos Generales y Coroneles de la gesta emancipadora, Así, las nuevas calles Borgoño, Picarte, Maruri, Lasta, Rivera, entre otras, darán cuenta de la vocación histórica del sector.

Se presume que los terrenos de las primeras tres cuadras de la calle Independencia fueron edificadas tal cual las conocemos hoy. Recién en las dos décadas posteriores al Centenario Nacional se edificarán los edificios Renta 1, 2 y 3, en los terrenos que Luis Zañartu donará a las Monjas Carmelitas del Monasterio, según consta en el testamento de 1799 inscrito Fojas 217, Nº459 de 1877 del Conservador de Bienes Raíces de Santiago.

Edificios de Renta, cortesía de Dustin Matta.

Este tramo, heredero natural del sector de la Chimba, continuará siendo durante el siglo XX un escenario de precariedad, que intentará satisfacer las apremiantes necesidades de vivienda que existían en Santiago. Por tanto, las edificaciones levantadas allí serán parte de soluciones habitacionales de vivienda de la época. Por ello, no es de extrañar que el hoy denominado “Barrio Los Carmelitos”, poseyera desde sus orígenes una noción de “renta”, tal como se observó antes en el antiguo sector del Arenal existente a fines del siglo XIX.

En efecto, la tradicional entrada a la avenida prosiguió con su vocación religiosa cuando se inaugura en 1920 la Iglesia de “Los Carmelitos” del niño Jesús de Praga. De igual manera, su cercanía a la Estación Mapocho fue dándole, a las primeras cuadras de la calle, un contenido de renta, tanto para los viajeros de paso, como a modo de pensiones para aquellos inmigrantes del norte, del campo y de los primeros migrantes árabes del siglo XX.

Publicidad Lavandería Le Gran Chic. Revista Teatro Municipal, 1925.

 

Asimismo, la cercanía al sector histórico de comercio existente en patronato como a los centros de salud, Instituto de Higiene y Escuela de Medicina, motivó a muchos profesionales y comerciantes a rentar en las primeras cuadras de la calle, tanto para vivir, como para instalar sus locales comerciales o de servicios. Así, es claramente reconocible la existencia de médicos y enfermeras que tenían sus consultas en la cuadra en donde se localiza el edificio, según registra la “Guía de Santiago” de 1910. De igual manera, la población inmigrante árabe y sus bazares, tal cual consta en La de “Guía Comercial de Santiago” de las décadas del cuarenta, que dan cuenta de cómo estos comerciantes provenientes del medio oriente se localizaron en las primeras cuadras de la avenida Independencia, constituyéndose en actores relevantes para la comunidad.

De tal modo, hilanderías, bazares, tiendas de ropa y artículos varios colmarán las calles, así era posible distinguir distintos locales como fueron los árabes:  “La Monjita”, “Las Novedades” , “La Independencia”,, “La Casa del Pueblo”, “La Violeta”, “El trébol” , y muchos chilenos como las “Las 7 cortinas”, la “Ferretería Barcelona” y la “Panadería Pinto” , la “Sastrería Monterrey”, junto a la Talabartería “El Caballo de Alazán”, la sucursal de la Lavandería” Le Grand Chic”, la primera en su rubro en Chile, que se une a la librería “Duquesa” y la Talabartería San Fernando, entre otros locales, que le dieron una impronta comercial al sector. Vocación que luego heredara años más tarde con la materialización de un sector de comercio asociado a las telas, conocido como “Barrio Las Telas”, consolidado a comienzos de los noventa del siglo pasado.

Cine Capitol y calle Independencia, Revista en Viaje 1961.

Hoy, las primeras calles de la añosa avenida constituyen conjuntos arquitectónicos reconocidos como “Inmuebles de Conservación Histórica” por el Plan Regulador Comunal del año 2014. Un barrio en donde también se sitúa el Cité Capitol, donde por décadas funcionó el Teatro Capitol, inaugurado en 1928, una pequeña sala con capacidad para 1200 espectadores cómodamente sentados, y dotado de una gran acústica que por décadas fue la entretención del barrio.

 Hoy estos edificios, restaurados, pintados e iluminados dan una nueva cara a lo que es la puerta de entrada a la comuna de Independencia, depositaria de una ancestral historia, que se encuentra en cada calle, en cada inmueble y en cada relato perdido a través del tiempo.

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