El norte del Mapocho ha sido desde siempre un sector eminentemente popular. Es por ello que no es de extrañar que en el Barrio Independencia se situaran distintas instituciones de beneficencia, cada una con distintos objetivos: asistir enfermos, acoger a niños, auxiliar a madres pobres, eran algunos de ellos. Tuvieron sede en este barrio la Protectora de la Infancia, la Cruz Roja y el Dispensario de Tuberculosos. Estas entidades tenían en común no estar reguladas por el Estado y depender, sobre todo, de la caridad de filántropos para sobrevivir.
La Cruz Roja inauguró su primer dispensario el año 1915, en Avenida Independencia esquina Lastra. Este local perteneció originalmente a un grupo de obreros, quienes lo habrían cedido para que los habitantes del barrio pudieran acceder a atención médica gratuita. Hacia 1918, su fundadora, Sofía Eastman, junto a su esposo Roberto Huneeus donaron la casona de la calle Independencia 337- 341, sede de la institución hasta la actualidad.
El Patronato Nacional de la Infancia, por su parte, fue una institución fundada en 1901 que tenía a su cargo una red de asistencia primaria conocida como Gotas de Leche, en la que se brindaba auxilio médico a niños y madres, además de suministrar la ración de leche, agua y azúcar que requerían los lactantes para su bienestar. Se entregaban, asimismo, mamaderas diarias a cientos de niños, vacunación y vestimenta a madres pobres. La primera de ellas era la Número N°3, llamada “Daniel Riquelme” ubicada en calle Pinto 1855, en una casa donada por el escritor homónimo. Llegó a asistir a más de 600 niños al año.
La Gota de Leche número 9 “Hipódromo Chile”, ubicada en Independencia 2192, fue fundada en enero de 1915 en una edificación cedida por la Sociedad Hipódromo Chile al Patronato. Fue administrada por Domingo Herrera -fundador del Hipódromo- y por su esposa Elisa Herreros. Durante el año eran atendidos cerca de 300 niños a quienes se les prodigaba de alimentación y asistencia médica gratuita.
Por último, el Dispensario para Tuberculosos fue fundado el año 1903 y se emplazó en Independencia 813. La iniciativa era comandada por señoras de la alta sociedad y algunos médicos, quienes destinaron un terreno cedido por gobierno a asistir exclusivamente enfermos del pulmón de forma gratuita.
Estas experiencias develan las significativas carencias que tenía un barrio como Independencia, las que no eran por entonces subsanadas por el Estado. En la actualidad es posible visitar algunos de estos inmuebles, los que nos conminan a valorar el relevante patrimonio de la salud que existe en este territorio.