HUELLAS DE SALITRE Y MEMORIA: JORNADA TESTIMONIAL CON SOBREVIVIENTES DEL CAMPO DE PRISIONEROS CHACABUCO

Una exposición de fotografías y una maqueta de uno de los pabellones de la planta calichera, además de un conversatorio y la exhibición de una pieza de danza contemporánea serán parte de la batería de actividades que se llevarán a cabo el próximo miércoles 27 de septiembre, en el marco de actividades del programa Cultura y Memoria: miradas a 50 años del Golpe de Estado, organizado por la Corporación de Cultura y Patrimonio de Independencia.

Chacabuco es una oficina salitrera ubicada a 98 kms. al noreste de Antofagasta, en pleno desierto. Construida entre 1922 y 1924, por la compañía británica Anglo Nitrate Company Limited, sobre las ruinas de Oficina Salitrera Lastenia, ocupaba una superficie de 36 hectáreas y funcionaba como una mini ciudad que contenía los servicios básicos que servían para albergar a unos 5.000 habitantes. Cerró sus puertas en 1940 producto de la obsolescencia tecnológica, pero sobre todo debido a la Gran Depresión de 1929. En 1968 fue comprada por la Sociedad Química y Minera de Chile (SOQUIMICH), y en 1971 fue declarada Monumento Nacional, con Salvador Allende como presidente.

En el contexto de la nacionalización de los recursos naturales impulsado por el gobierno de la Unidad Popular, en 1972 pasó a ser propiedad del Estado y fue entregada al Ejército para realizar actividades propias de esa rama de las Fuerzas Armadas. En el año 1973, tras producirse el golpe, se convirtió en uno de los campos de concentración más grandes de la dictadura militar. En él se recluyó, torturó y fusiló a prisioneros políticos varones de Copiapó, Valparaíso, Santiago, Concepción y otras ciudades hasta 1975, recibiendo alrededor de 1.300 prisioneros, según consigna el Informe Valech.

Campamento Chacabuco, vista aérea. Miguel Herbert.

 

Numerosos son los testimonios que dan cuenta de las vejaciones a las que fueron sometidos los prisioneros durante su paso por este antiguo pueblo minero, ubicado en la región más árida del mundo. Vivían en pabellones adobe, sin puertas ni ventanas, sin luz eléctrica, sin agua potable, en una denigrante situación alimenticia, sometidos a un régimen de trabajos forzados, castigos, interrogatorios y bajo amenaza de muerte permanente.

Pero la organización del campamento alrededor de un «consejo de ancianos», permitió a los prisioneros sobrellevar su reclusión con algo de esperanza. Así desarrollaron una política de autocuidado y resiliencia comunitaria, que expresaron a través de prácticas deportivas, eventos artísticos, talleres de literatura, actividades educativas e, incluso, medios internos de comunicación.

Huellas de salitre y memoria

El miércoles 27 de septiembre, en la Biblioteca Pública de Independencia, se llevará a cabo una jornada testimonial titulada «Huellas de salitre y memoria», de la que participarán algunos de los sobrevivientes es ese campo de prisioneros, agrupados hoy al alero de la Corporación Memoria Chacabuco.

La jornada comenzará a las 19:00 horas, con una pieza de danza contemporánea interpretada por Nicolás Botto, hijo de Juan, uno de aquellos que lograron sobrevivir al presidio y la tortura. Por otra parte, en el segundo piso de la biblioteca, se podrá apreciar una serie de 20 fotografías realizadas por Miguel Herbert, periodista español infiltrado en las filas de Pinochet que logró acceder al interior de los campos de concentración de Chacabuco y Pisagua, este último ubicado entre Arica e Iquique, por la costa.

Además de las fotos, Herbert registró imágenes en video, con entrevistas a los prisioneros en las que preguntaba su nombre y oficio. Con los datos logró realizar una lista, y con las grabaciones un documental llamado «Chile o la historia que se repite», del cual también será exhibido un extracto. Acompañando esta muestra habrá también una maqueta de uno de los pabellones dormitorios de la planta calichera, confeccionada por el arquitecto Juan Cristóbal Botto.

Prisioneros campamento Chacabuco. Foto de Miguel Herbert.

 

En este contexto, la jornada culminará con un conversatorio con sobrevivientes, del que participará Juan Botto, presidente de la Corporación Memoria Chacabuco, junto a Guillermo Torres Gaona, ex presidente del Colegio de Periodistas de Chile; Boris Navia, abogado y ex jefe del Departamento de Personal de la ex Universidad Técnica del Estado (UTE); y Jorge Montealegre, también periodista, poeta y editor del libro «Imágenes con Historia. Dibujos y xilografías de Enrique Olivares Aguirre». Registro que contiene un testimonio gráfico de la prisión política en la Universidad Técnica del Estado, Estadio Chile, Estadio Nacional y campo de prisioneros Chacabuco, del cual la biblioteca recibirá algunos volúmenes en donación, gracias a la gestión de la Corporación Memoria Chacabuco.

La invitación es a participar de este sensible encuentro el próximo miércoles 27 de septiembre, a contar de las 19:00 horas, en la Biblioteca Pública de Independencia. La muestra fotográfica y de la maqueta, quedarán en exhibición hasta el 26 de octubre, y podrán ser visitadas de lunes a viernes, entre las 9:00 y las 19:00 horas, además de los sábados hasta las 13:00 horas.

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