El proyecto del artista multimedia Julio Espinoza, que busca resignificar la representación del tiempo, la muerte y la transitoriedad de la vida, estará en exhibición desde el miércoles 18 de diciembre hasta el 5 de febrero de 2025, en la Biblioteca Pública de Independencia.
«Strange Fruit: Naturaleza muerta digital» es la nueva propuesta expositiva de Julio Espinoza, en la que establece un diálogo entre la imagen digital, el video, la inteligencia artificial (IA) y el sonido. La muestra se inaugura el próximo miércoles 18 de diciembre, a las 19:30 horas, en la Biblioteca Pública de Independencia, marcando el cierre de la temporada de artes visuales 2024.
El proyecto, financiado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio a través del Fondart Nacional, Convocatoria 2024, explora los límites entre las prácticas artísticas tradicionales y el uso de nuevas tecnologías. “Siempre me ha interesado el proceso pictórico; Velázquez y Caravaggio han sido obsesiones toda mi vida. La tecnología fue la herramienta que más me acomodó para desarrollar mi imaginario y mezclar ambos mundos siempre fue mi meta,” explica el artista multimedia.
A partir de conceptos clásicos como memento mori, que en latín significa “recuerda que morirás”, y vanitas, que simboliza la futilidad de la existencia, Espinoza resignifica la representación del tiempo, la mortalidad y la transitoriedad de la vida en un lenguaje contemporáneo. Durante el Barroco, estas ideas se plasmaron en bodegones y naturalezas muertas abundantes en calaveras, flores marchitas y relojes de arena. En «Strange Fruit», estas referencias se reconfiguran en un recorrido entre frutas, semillas, cráneos y ángeles, concebido tanto para espacios físicos ⎯como lo será en la Biblioteca Pública⎯ como virtuales ⎯como en el catálogo digital y sitio web proyectostrangefruit.com⎯.
Sobre su proceso creativo, Espinoza cuenta haberse inspirado en la obra de la pintora Clara Peeters, cuya iconografía fue clave para reinventar el clásico bodegón en una expresión absolutamente moderna. “Las imágenes y videos son de mi autoría; partí de fotografías y fui experimentando con software de imágenes. Cada imagen se montó junto a otra usando el bodegón como eje, en un proceso casi surrealista donde imágenes sacadas de un contexto se unieron con otras de manera intrigante,” añade trazando la línea de titularidad a los que se suma la generación de sonidos.
“La IA solo fue utilizada para crear algunos textos y un chatbot que va en el sitio (Web)” explica el autor, dejando en claro que su enfoque privilegia la intervención humana como eje de la creación en un mundo cada vez más mediado por la tecnología. De esta manera, «Strange Fruit» –que estará en exhibición hasta el 5 de febrero– se presenta como una invitación abierta a la interpretación personal, en la que Espinoza espera que cada visitante “observe lo transitorio, lo sensual de la existencia” además de ver que “la imagen digital se mueve en diversas direcciones y es un campo de experimentación que tiene muchas posibilidades”, esbozando con ello un horizonte para el futuro del arte.