CORPORACIÓN DE CULTURA Y PATRIMONIO DE INDEPENDENCIA RECIBE PREMIO DE CONSERVACIÓN DE MONUMENTOS

El reconocimiento destaca una década de trabajo de la organización, con énfasis en lo comunitario, educativo y en la puesta en valor del patrimonio local.

La nave central del antiguo templo La Compañía de Jesús de Valparaíso —hoy reconvertida en un espacio dedicado a la cultura, el patrimonio y la creación artística— acogió el jueves 15 de mayo la ceremonia de entrega de los Premios de Conservación de Monumentos Nacionales 2024. Este reconocimiento, otorgado anualmente por el Consejo de Monumentos Nacionales, dependiente del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, distingue a personas, organizaciones e instituciones que han sobresalido en la protección, restauración, conservación, valoración y difusión del Patrimonio Cultural protegido por la Ley N.º 17.288.

En esta edición, la número 24, la Corporación de Cultura y Patrimonio de Independencia fue galardonada en la categoría Organización, en reconocimiento a su sostenido compromiso con la protección del patrimonio local desde su fundación en 2013. El premio fue entregado por la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Arredondo, quien durante su intervención señaló que “Estos premios nos recuerdan que preservar nuestro patrimonio no solamente es una tarea técnica o administrativa, sino que es un compromiso con la historia, con nuestra identidad, con nuestra memoria, pero, por sobre todo, con nuestro futuro. Es la forma en la que podemos construir el país que queremos”.

Carolina Arredondo, Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio; Isidora Moulian, Directora de la Corporación de Cultura y Patrimonio de Independencia; Annette García, Coordinadora de Educación Patrimonial; y Dante Figueroa, Encargado del Área de Patrimonio de la corporación.

Junto con manifestar su alegría y agradecimiento tras recibir el galvano que tiene la imagen de la Iglesia San Francisco, Isidora Moulian, Directora de la Corporación de Cultura y Patrimonio, manifestó que “este es un trabajo que hemos desarrollado durante más de diez años en una comuna pequeñita, pero con un acervo cultural enorme. Lo hemos hecho con pocos recursos y mucha imaginación, levantando historias y valorando no solo los inmuebles patrimoniales, sino que también a las personas que habitan Independencia. Hoy contamos con un trabajo consolidado en educación patrimonial, vinculación con las comunidades y puesta en valor del patrimonio histórico local”.

Por su parte, Dante Figueroa, encargado de Patrimonio de la corporación, relevó la trayectoria y el impacto que ha tenido esta labor en términos de protección: “En 2013, la comuna no contaba ni siquiera con un departamento de cultura. Hoy, a diez años de haber constituido la corporación, hemos tenido la posibilidad de acompañar a las comunidades en un proceso urbano súper complejo en el que Independencia se enfrenta a la transformación de la ciudad a partir de las construcciones en altura, tensionando la vida de barrio”. De esta manera, a lo largo de la última década, la comuna ha duplicado el número de inmuebles patrimoniales reconocidos, y, actualmente, cuenta con solicitudes ingresadas para declarar nuevos Monumentos Históricos, Zonas Típicas y un Sitio de Memoria. “Este reconocimiento no es solo para una institución, sino para los pobladores y vecinos que con su esfuerzo convirtieron lo que fue considerado durante años como el patio trasero de Santiago en un territorio con identidad y memoria”, enfatizó Figueroa, destacando además que se trata de una comuna con una historia de larga data en ámbitos como salud, religiosidad, educación y deporte.

Otros de los pilares del trabajo desarrollado por la institución ha sido la dimensión educativa. En este sentido, la coordinadora del área de Educación Patrimonial, Annette García, valoró el reconocimiento como una oportunidad para visibilizar la transversalidad del patrimonio como herramienta formativa. “Hemos demostrado que el patrimonio puede convertirse en una herramienta de aprendizaje, en una herramienta de formación ciudadana, que también es muy importante y muy necesaria en un contexto como el actual, donde los ciudadanos no solo participan poniendo su voto, sino participando activamente en la construcción de sus comunidades, en el reconocimiento de sus propias historias, de sus propias memorias y también en la creación de una identidad. Y eso es parte de lo que hemos hecho estos años, especialmente con las comunidades educativas”. A través del curso El patrimonio como herramienta de aprendizaje, —que ya cuenta con más de tres versiones, siendo el único en el país certificado por el CPEIP— se han logrado formar a más de 40 docentes de escuelas públicas, con quienes los profesionales del Área trabajan durante todo el año planificando actividades, creando contenidos curriculares con enfoque local, y acompañando procesos. “Eso significa vincularse de manera permanente con las comunidades, y no solo hacer acciones puntuales, sino que generar programas y planes que tengan un largo plazo; que efectivamente se proyecten con el propósito de generar cambios significativos en las comunidades en las que nos encontramos”, subrayó García a modo de conclusión.

Germán Recabarren Green; Dante Figueroa; Annette García; Carolina Arredondo; Francisca Leyton; Isidora Moulian y Rodrigo Puentes.

Los otros galardonados

En la categoría Persona, fue distinguido Germán Recabarren Green, gestor cultural, pescador, músico, instructor de buceo, artesano, presidente de Fundación Islas de Nazca y protector del patrimonio cultural del Archipiélago de Juan Fernández. Su trabajo, sostenido durante más de tres décadas, ha logrado articular iniciativas sociales, ambientales y culturales en uno de los territorios insulares más emblemáticos del país.

En la categoría Proyecto, fue reconocido el Espacio La Compañía, liderado por Rodrigo Puentes y Francisca Leyton. Ubicado en Valparaíso, tras un proceso de restauración y activación comunitaria el antiguo templo jesuita del barrio El Almendral se abre a nuevas dinámicas culturales y ciudadanas, mediante un modelo de gestión colaborativa entre la Fundación Educacional Alonso de Ovalle y la oficina Puka Patrimonio y Arquitectura.

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